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Este vino nace de los mejores suelos de nuestra viña en lo alto de las colinas, en un maravilloso sector llamado La Trampa y que ha inspirado su nombre.
La Trampa nos envuelve en un cuento mágico, donde convergen dos lomas del sector más cálido de nuestros viñedos.
La neblina matinal queda inmersa entre las parras, que parecieran tenderle una trampa al abrazarla y no dejarla ir, la bruma entrampada crea un micro clima ideal para la lenta maduración de las cepas tintas de este gran ensamblaje, Syrah, Malbec y Pinot Noir.
En la bodega estas uvas van lentamente mostrando su
mejor versión con el paso del tiempo y es el enólogo
quien finalmente revelará el porcentaje de cada
variedad, que tendrá cada añada del vino La Trampa.
En la bodega estas uvas van lentamente mostrando su
mejor versión con el paso del tiempo y es el enólogo
quien finalmente revelará el porcentaje de cada
variedad, que tendrá cada añada del vino La Trampa.
Un poco de historia
El origen de “La Trampa” se remonta a
principios de los años 2000, cuando
comenzó a gestarse el sueño del
una innovadora propuesta de
plantación de Syrah de bajos
rendimientos en suelos graníticos en
lo alto de nuestras colinas.
Desde que fueron plantadas las
primeras parras de Syrah en las lomas
de “La Trampa” supimos que habíamos
elegido el mejor terroir para cumplir
nuestro propósito. Más tarde los
avances en topografía y en el
conocimiento de nuestro viñedo, nos
invitaría a plantar Malbec en los
mismos suelos y en otro lugar de la
loma que mira al oriente, vimos crecer
el mejor Pinot Noir que cultivamos.
Con los años la experiencia nos fue
mostrando que complementar nuestro
Syrah con Malbec y más tarde Pinot Noir,
daría origen a este gran vino que logra
una fineza profunda y una elegancia
como en ningún otro ensamblaje
proveniente de clima frío.
